La adecuada elección de materiales aporta como resultado un proyecto más integrado en el entorno, más sano y sobre todo más económico.
Es fundamental saber cómo se desarrolla la vida de un material desde su origen, como se produce, como vive, como muere y como se incorpora de nuevo a la naturaleza (Análisis de Ciclo de Vida).
Siendo la piel del edificio, es importante incorporar el uso de sistemas inteligentes que se adapten a los parámetros de confort para minimizar las necesidades de aporte energético. Como resultado tendremos ahorros considerables en los consumos de energía.
El uso de las tecnologías ha aumentado la eficiencia de los nuevos productos. Son fuertes y versátiles, lo que permite su uso en estructuras.
La elección de los elementos utilizados en construcción, renovaciones e intervenciones en edificios tiene un gran impacto ambiental.
Con una rehabilitación energética parcial o integral y la sustitución de equipos y sistemas por otros de alta eficiencia la demanda energética del edificio disminuye.
La integración de energías renovables como la biomasa, geotermia, aerotermia, energía solar térmica o fotovoltaica, minieólica… contribuye también a reducir emisiones de CO2. También a disminuir la dependencia energética de combustibles fósiles.
Un exhaustivo análisis de los elementos constructivos facilita la identificación de los puntos críticos del proyecto. Como resultado nos concentramos en las potenciales mejoras más rentables.
La rehabilitación energética permite no sólo una mayor eficiencia en el consumo de energía, sino también un importante incremento del valor de mercado.
Es una inversión segura cuando se garantiza el confort térmico interior de los edificios y se reduce la demanda de calefacción y refrigeración.
Es necesario realizar un estudio por personal cualificado para conocer cuáles son los consumos actuales del edificio y ver sobre qué sistemas hay que actuar para mejorar la eficiencia energética sin olvidar el tiempo de recuperación de la inversión inicial.
Los edificios existentes se han convertido en auténticos depredadores de energía al haberse construido sin la protección térmica adecuada. Esto les convierte además, en grandes contaminantes atmosféricos por sus altas emisiones de CO2.
La Rehabilitación Energética se convierte así en la medida más eficaz, sencilla y barata para reducir ese consumo. Como consecuencia ayuda a minimizar la crisis energética derivada de los altos precios de la energía. Las rehabilitaciones térmicas conllevan ahorros de energía de entre el 20 y el 50% según los casos, por eso se produce la amortización a corto plazo.